jueves, 3 de mayo de 2012

Formas típicas de la vida humana

Para comprender mejor en sus direcciones fundamentales la naturaleza del educador y del maestro, parece ser muy conveniente considerar las formas típicas de la vida humana pues entre estas de fijo será posible encontrar la del pedagogo práctico. Como se ha expuesto detalladamente en otro lugar, desde el siglo pasado, no pocos psicólogos han tratado de fijar los tipos más característicos de las individualidades.

Todo mundo entiende, por ejemplo, cuando se habla de tipos sanguíneos nerviosos, irritables y flemáticos. El psicólogo alemán Jung reduce a dos tipos, como ya se dijo, también, las diferentes conductas de los hombres: los tipos introvertidos y los extrovertidos a saber los hombres comunicativos por excelencia.

El estudio más importante que se ha formulado sobre el particular se debe al filosofo y pedagogo alemán Eduardo Spranger . Su doctrina de los tipos humanos se funda tanto en la naturaleza psíquica de los hombres, como en las formas de la cultura y no en datos fisiológicos. Eduardo Spranger hablo de una filosofía de la cultura, entendida la ultima como un complejo de valores con significado vivo, supreindividual y que remite a fundamentos religiosos.

Spranger señala 6 tipos de vida humana: el hombre teórico, el imaginativo, el religioso, el social, el económico y el autoritario.

EL HOMBRE TEORICO: es aquel en el cual predomina la ley de la objetividad o es regido por el impulso del conocimiento objetivo en su desenvolvimiento espiritual. Es el hombre que siempre y ante todo se esfuerza por comprender la realidad y el ser, es aquel que intenta descubrir la verdad, basado en el orden sistemático de su conocimiento. Utiliza un enfoque cognoscitivo buscando similitudes y diferencias, con la distinción de la utilidad del objeto

EL HOMBRE IMAGINATIVO: es el artista, no quiere comprender objetivamente la realidad si no representar la significación subjetiva de la realidad, tal como él la vive y hacerla eficaz mediante su actuación.

EL HOMBRE RELIGIOSO: está determinado en sus acciones y omisiones por la relación de todos los fenómenos y realidades de una idea espiritual más elevada de forma que las manifestaciones de su vida interna encuentren satisfacción, tiene como valor dominante la unidad. El busca relacionarse a sí mismo con el de una manera significable y con una orientación mística.

EL HOMBRE SOCIAL: es el amor la ley que rige su vida hacia el hombre. Su instinto no es comprender, ni establecer, relaciones trascendentales. Si no el simple amor hacia el hombre vivo. Busca el amor en la gente, desde las perspectivas filantrópicas o altruistas. El hombre social fija sus valores en las personas y sus metas, tiende a ser comprensivo y no egoísta.

EL HOMBRE ECONOMICO: se ve impulsado por el principio económico que tiende a producir, adquirir y propagar con el menor gasto de esfuerzo y sacando el mayor provecho posible.

EL HOMBRE AUTORITARIO: poseído por la ley del dominio, aspira siempre, y sobre todo, a imprimir a los demás la dirección de su voluntad.

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